Que sea la luna con su luz, la que guie los pasos del amante que baga cubierto por el velo sombrio de la noche.

Que la noche guarde en sus recuerdos este pecado, como la estrella mas luminosa de su firmamento, pues hubo un infierno en la tierra... Nunca pasion tan candente fue vista por el nocturno astro, nunca se conocio pecado mas dulce, condena mas severa... ni muerte mas deseada.

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